Los beneficios que tiene el té en las enfermedades cardiovasculares
Una enfermedad cardiovascular es un término que se utiliza para designar los problemas que pueda tener el corazón y los vasos sanguíneos que lo rodean. Este tipo de problemas suele producirse en muchos casos cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes de los vasos sanguíneos, es decir en las arterias. Pues bien, algunos tés e infusiones podrían ser buenos para nuestra salud cardiovascular. La Fundación Española del Corazón así lo confirma. Esto se debe a la presencia de ingredientes naturales que pueden ayudarnos a estimular nuestro sistema. Es el caso de los flavonoides que actúa en nuestros vasos sanguíneos favoreciendo su relajación.
Esto lo reafirman otros estudios como el «Consumo de té y la salud: características y propiedades benéficas de esta medida milenaria», mediante el cual se estima que el té tiene un efecto protector en diferentes patologías siendo una de ellas la del desarrollo de enfermedades cardiovasculares. La causa la encontramos en las acciones sobre las LDL que tendría el té por la oxidación del componente lipídico, así como por las acciones que el té puede ejercer sobre el metabolismo del colesterol y sus acciones a nivel de la vasocontricción.
Entonces, ¿el té podría llegar a ser bueno para las enfermedades cardiovasculares?
Teniendo en cuenta este estudio, el té podría tener grandes beneficios en las enfermedades cardiovascualres y no solamente se debería a sus poderosos antioxidantes, en este caso procedentes de los polifenoles.
Visto así el té podría ayudarnos a controlar los niveles de colesterol malo en sangre, lo que favorecería que los mismos no se depositasen en las paredes de las arterias. Y es que este mismo estudio del que hablamos publicó que en unas investigaciones llevadas a cabo en los Países Bajos, demostró que podría darse una relación entre nuestro consumo del té y la «severidad de la arterioesclerosis aórtica» en las personas adultas.
Pero para que todo esto suceda es fundamental seguir un consumo responsable del té para que todas y cada una de las propiedades que tiene el té se puedan aprovechar. Igualmente, seguir una alimentación saludable, por ejemplo basada en el consumo de frutas, verduras y proteínas, junto con la actividad deportiva, podría ser una combinación todavía mejor para mejorar nuestro estado de salud.
¿Qué tés serían buenos a nivel cardiovascular?
En este mismo estudio también se hace referencia a dos tés que podrían ser buenos en las enfermedades cardiovasculares, no en ningún momento como sustitutivos de una medicación seguida o que nos haya mandado nuestro doctor. Aun así tampoco se ha demostrado que el consumo de estos dos tipos de tés nos garanticen sufrir alguna de las dolencias asociadas con el sistema cardiovascular.
Sería el té verde y el té negro la mejor opción para las enfermedades cardiovasculares, y el resultado se debería a sus poderosos beneficios, todo ello, siempre bajo el consentimiento de un doctor.
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¿Por qué razón sería adecuado el té verde?
La alta concentración en catequinas y polifenoles del té verde es lo que lo convierte en un perfecto aliado para esta función, puesto que se ha demostrado que protegen la estructura de nuestros ácidos nucleicos.
Además de ello, el té verde es muy bueno para nuestra salud, debido en parte a que es un buen agente para la circulación sanguínea a la par que fortalece nuestro sistema inmune. ¿Qué más se le puede pedir?
¿Y el té negro?
El té negro es una bebida poderosa, a la que se le atribuyen una gran variedad de beneficios sobre el control del colesterol y la presión sanguínea. El té negro puede no tener tantos polifenoles como el verde, que se pierden durante el proceso de oxidación, pero los estudios indican que las personas que toman té negro de manera regular (durante doce semanas) reducían de manera significativa los niveles de azúcar y de triglicéridos en sangre, aumentando a la vez los niveles de HDL, que es considerado como el colesterol bueno.
Todo esto favorece al buen funcionamiento del sistema sanguíneo y, por consiguiente, contribuye a que el corazón realice sus funciones sin padecer contratiempos. Lo que sí debemos tener en cuenta para no sufrir los efectos secundarios del té negro es tomarlo de manera responsable, bajo las indicaciones de nuestro doctor.
Ahora ya sabes que existe una beneficiosa conexión entre el té y las enfermedades cariovasculares. Por ello, si crees que padeces alguna de ellas o directamente lo tienes confirmado, tendrás que asegurarte con tu doctor que tu caso es adecuado para tomar este tipo de té. Además será el propio doctor el que te aconseje cuál es la mejor manera de tomarlo.
Fuentes consultadas:
Hernández Figueroa, T. T. Rodríguez-Rodríguez, E. Sánchez-Muniz, F. J. (2004): «El té verde ¿una buena elección para la prevención de enfermedades cardiovasculares?» Archivos Latinoamericanos de Nutrición, 54, 4. Págs. 380-394.
Valenzuela, A. (2004). «Consumo de té y la salud: características y propiedades benéficas de esta medida milenaria». Laboratorio de Lípidos y Antioxidantes, Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos. Revista chilena de nutrición. Universidad de Chile. Santiago, Chile.
VVAA. (2007). «Las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo en España: hechos y cifras». Informe Sociedad Española de Arterioesclerosis (SEA).