Existe un tipo de té e infusiones que no es muy conocido en occidente, se denomina té oolong o té azul. El té oolong, al igual que el verde o el rojo, procede del mismo árbol Camellia Sinensis y, según la manera en que se procesen sus hojas, se obtiene una variedad u otra de té. El té oolong no es un té verde ni negro, ya que posee su propia categoría al encontrarse en un estado intermedio. Es un té semioxidado, pues su proceso de oxidación puede variar entre un ocho por ciento y un ochenta y cinco por ciento, provocando diferentes sabores dentro de un mismo té. Teniendo en cuenta todas estas premisas es muy importante saber cómo preparar té oolong de forma correcta para que el resultado final sea el deseado.
A la hora de elaborar té oolong hay algunas cosas que debemos tener en cuenta. La primera de todas ellas es uno de los grandes secretos desconocidos del té oolong, y es que su color no es azul. Es un té chino cuyo nombre y color provienen de diferentes leyendas del país. El caso es que el proceso de preparación del té oolong es bastante largo. Todo comienza con la recolección de hojas, que se dejan secar al sol hasta que poco a poco comiencen a marchitar. Luego, las hojas del té oolong se tendrán que enfriar, ya que la temperatura del sol las ha calentado. A continuación llegará el proceso de laminado del té oolong y su oxidación, que es la que le da la intensidad particular del té. A partir de aquí, estaremos listos para preparar esta deliciosa infusión.
Cinco pasos básicos para preparar té oolong
Para preparar una infusión de té oolong antes que nada, tenemos que hacernos con algunos utensilios de cocina básicos.
Entre los accesorios básicos para tomar el té:y preparar una infusión de estas características necesitaremos: una tetera, agua caliente, un colador, un juego de tazas, en este caso té oolong y un endulzante si se desea. Preparar este té no es complicado, pues lo que determinará su sabor será la forma en que se sirva.
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Paso 1: hervir el agua
En primer lugar para preparar el té oolong se debe hervir el agua. Una vez ha alcanzado la temperatura óptima, que debe estar alrededor de los 100 grados centígrados, se vierte en una tetera, ya sea una tetera de hierro fundido o de cerámica.
Paso 2: añade las hojas en el agua
A continuación, se vierte en el interior una cucharada de té oolong. Se remueve suavemente y se tapa la tetera para que infusione correctamente. El tiempo que debe estar infusionando puede ir desde los tres a los cinco minutos en función de la intensidad con la que se desee tomar el té, pues esto es lo que determinará su sabor final. A muchas personas les gusta que posea un sabor intenso con un toque amargo, para conseguirlo es mejor dejarlo al menos cinco minutos o más. Por el contrario, para aquellos que prefieren un sabor suave y menos concentrado, la mejor opción es que repose menos de cinco minutos.
Paso 3: a colar el té
Este té oolong debe colarse cuando vaya a servirse, dado que las pequeñas hojas se encuentran flotando en el agua. Con un pequeño colador se cambia la bebida de recipiente a otro más elegante, como una tetera si es que se les va a ofrecer a varias personas. Una vez colado, los restos se pueden tirar o dejarlos secar para re-fusionarlo de nuevo en otro momento. Si has optado por té en bolsitas y no a granel, este paso no será necesario hacerlo.
Paso 4: endulzarlo y dejarlo reposar
Una vez colado y servido en otra tetera, se puede endulzar el té oolong al gusto. Muchos lo hacen utilizando un poco de miel. Después de endulzarlo se deja reposar para que la miel se disuelva. Para presentarlo, puedes optar con una tetera y unas tazitas del estilo que más te guste. Pero recuerda que el té se reparte gradualmente, llenando las tazas un poco cada vez hasta que se termine.