El té verde cuenta con muchas propiedades y beneficios para nuestro organismo. Es un ingrediente natural que, además, es fácil de encontrar y consumir. Parecen todo virtudes. Por eso hoy nos vamos a centrar en qué aporta el té verde a nuestro hígado, hasta qué punto es bueno y hasta qué punto es perjudicial. Eso sí, en todo momento el efecto que tenga sobre nuestra salud, y, por tanto la de nuestro hígado, dependerá directamente del consumo que realicemos.
Sigue leyendo para descubrir qué contraindicaciones y qué beneficios tiene tomar una infusión de té verde para la salud del hígado y descubre cuál es la forma correcta de tomarlo y las cantidades adecuadas.
Los dos grandes beneficios del té verde para el hígado
Sí, es cierto que el té verde es bueno para el hígado y eso se lo debemos a la presencia de antioxidantes entre sus principales ingredientes. Para saber cómo puede influir este tés e infusión en nuestro hígado, conviene saber cómo hacerlo y si nuestras condiciones son las correctas para tomarlo, pues en algunos casos puede estar contraindicado, por ejemplo, cuando se sufre diarrea.
Sus posibles efectos en el cáncer de hígado
Con el paso del tiempo algunos estudios han afirmado que el té verde tiene efectos muy positivos sobre el tratamiento o prevención de determinadas enfermedades del hígado. El cáncer de hígado, por ejemplo. En concreto, hay un estudio de 2009 “Cancer Causes and Control”, que asegura que beber té verde está inversamente relacionado con el riesgo de padecer cáncer de hígado. Este antioxidante que podría tener beneficios para nuestro hígado, también está presente en el té blanco y es una catequina.
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Al mismo tiempo, los polifenoles del té verde tienen un gran poder antioxidante que puede favorecer el resto de órganos de nuestro cuerpo, ya que los polifenoles son capaces de captar los radicales libres que producen la oxidación natural de las células. Por último, el té verde activa la formación de unas enzimas que aumentan el proceso de desintoxicación.
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El té verde, un excelente aliado para el hígado graso
La esteatosis hepática o acumulación de grasa en el hígado, lo que solemos conocer como hígado graso, es un problema muy común en nuestros días. Un gran porcentaje de la población padece de hígado graso. Se calcula que aproximadamente un 25% de la población padecería esta enfermedad. La buena noticia es que el té verde también puede ayudar a tratar el hígado graso debido a que nos permite reducir las grasas. Esto se debería gracias a la presencia de las EGCG que contiene el té verde entre sus ingredientes, lo cual permitiría al mismo tiempo mejorar nuestra función hepática.
¿Cuáles son los riesgos de consumir té verde para el hígado?
En un principio hemos comentado que el té verde puede ser bueno para reducir ciertos problemas en nuestro hígado. No obstante, el consumo de té verde también podría ser perjudicial para el hígado y eso tendría lugar cuando hacemos un consumo excesivo del mismo, como más de 5 tazas de té verde al día. Igualmente, los efectos del té verde sobre el hígado tampoco serán positivos cuando se padezca un problema de indigestión o náuseas.
Un consumo excesivo de estos polifenoles del té verde podría tener efectos tóxicos sobre el hígado. Así, el consumo no debería sobrepasar los 700 mg de estos polifenoles al día. Por eso, siempre que se tome de manera habitual es adecuado hacerlo con una taza o dos al día, o en otros casos, descansar durante unos días el consumo de té verde.
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Hay que tener en cuenta que el té verde cuenta con más de 300 componentes químicos. A algunos de ellos se les atribuye propiedades beneficiosas. No obstante, en otros casos estas propiedades químicas del té verde podrían ser perjudiciales para el hígado, especialmente para sus sistemas enzimáticos de las células, interfiriendo incluso en su actividad normal y causando efectos tóxicos.
¿Significa esto que no puedo tomar té verde si padezco de algún problema de hígado? No, significa que hay que controlar la ingesta de este té. Más de 5 tazas al día, podrían ser perjudiciales para tu hígado, y para la salud en general. Por ello, una vez más atendiendo a las condiciones de salud de las personas es conveniente o no tomarlo. Será un médico siempre el que te de el visto bueno para tomarlo.