El té rooibos es uno de los más consumidos alrededor del mundo, no solo porque es exquisito para la mayoría de los paladares, sino porque sus propiedades y beneficios para el organismo son infinitas. Esta infusión de té rooibos se extrae de las hojas de un arbusto que crece en la costa occidental de Sudáfrica. Su nombre significa “arbusto rojo” y a veces es también llamado té rojo africano por el color que adquiere al infusionar. Sin embargo, conviene saber cuándo y cómo tomar té rooibos, puesto que como cada té e infusión, en función de nuestras condiciones será más correcto o no tomarlo.
Por ejemplo, si nuestra intención es depurar el cuerpo, entonces el té rooibos puede ayudarnos a limpiar el organismo, pero en otros casos, por ejemplo el efecto es el contrario porque su consumo en exceso puede hacer que la absorción del hierro se vea dificultada.
Los 4 momentos del día en los que puedes tomar té rooibos
Muchas personas se preguntan cuál es el mejor momento del día para tomar té rooibos, para que actué de la manera más eficientemente posible en el organismo. Cada té posee unas características y en función de estas debe ser tomado a una hora del día. Pero lo cierto es que el té rooibos posee unas propiedades que lo hacen apto para tomarlo a cualquier hora y solo dependerá de lo que se quiera conseguir beberlo en un momento o en otro.
Para desayunar
El té rooibos se puede tomar para desayunar, porque a primera hora de la mañana el estómago se encuentra vacío. Este momento es ideal para ingerir una infusión de té rooibos, pues ayudará a depurar el cuerpo, a eliminar las grasas y los líquidos retenidos del día anterior. Además, su ingesta en el desayuno ayuda a acelerar el metabolismo favoreciendo así la quema de grasas a lo largo del día.
A media mañana
No importa si se está fuera de casa, se puede llevar un termo con la bebida caliente preparada. Ir tomando una infusión de té rooibos a lo largo de la mañana ayuda a gestionar el apetito, y como posee un sabor dulzón con toque un achocolatado, es el snack perfecto para no picar entre horas.
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Antes o después de comer
Tradicionalmente se acostumbra a tomar un té rooibos después de las comidas, de esta forma se agiliza la digestión y se favorece la pérdida de peso. Otra opción es tomarlo unos veinte minutos antes de comenzar a comer, lo que sirve para que el cuerpo absorba en primera instancia todos los elementos como los antioxidantes y las vitaminas, que en otras circunstancias podrían verse eclipsadas. Esta opción es muy aconsejable para perder peso, pues de esta manera el estómago ya llegará lleno a la hora de la comida, el hambre disminuirá y la ingesta alimentaria será menor. Un truco es ir tomándose la taza de té mientras se prepara la comida, así se evitará el picoteo y se estará saciando un poco el apetito.
Por la noche
Uno de las grandes virtudes del té de rooibos es que no contiene demasiada cafeína, por lo que es un aliado perfecto para las noches de insomnio, de forma que pueda ayudarnos a tranquilizarnos, a conciliar el sueño y a tener un momento de paz.
¿Y cómo preparar la infusión de té rooibos?
Realizar una infusión de té rooibos paso a paso es muy sencillo. Los ingredientes que necesitamos son unas ramitas u hojas de té rooibos, y en segunda instancia, si no se tienen una bolsa de té de rooibos. Luego, también podemos añadirle algún endulzante o otro alimento que sirva de acompañamiento.
La elaboración de la infusión de té rooibos no te llevará muchos minutos. En un cazo o tetera se colocará el agua para que se caliente. Esta debe llegar a ebullición, justo en ese momento se apartará del fuego o se apagará la tetera. Se servirá el agua en una taza se colocará el agua caliente junto con el té y se dejará reposando unos cinco minutos para que infusione bien y el agua absorba todas las propiedades del té.