Descubre cómo preparar té negro con leche sin perder sus propiedades
El té negro con leche es una combinación deliciosa que cada día va conquistando a más amantes del té, sobre todo en lugares como Londres, Hong Kong y Marruecos. Es una opción diferente para tomar té negro, una bebida con grandes beneficios.
No obstante, hay que tener cuidado, pues la preparación del té negro con leche debe ser muy cuidadosa, pues de lo contrario podría restar propiedades a esta infusión. Si quieres conocer todos los secretos de la receta de té negro con leche te recomendamos que sigas leyendo porque vamos a descifrar todo lo que necesitamos para crear este tipo de té y que aproveches todas y cada una de sus increíbles propiedades.
Consejos para preparar té negro con leche
Antes que nada, es importante conocer algunos factores que pueden determinar el resultado final de este té. La leche suaviza el sabor del té negro y esto ya es cuestión de gustos. Por ello, la clave para preparar un delicioso té negro con leche reside en saber cuándo añadir la leche al té. Normalmente las personas acostumbran a añadir la leche después de haber elaborado el té. Sin embargo, es recomendable preparar en un primer momento la leche y añadir el té posteriormente. ¿El motivo? Si se añade la leche al té, los taninos disminuyen significativamente su astringencia.
Además hay otros consejos para elaborar té negro con leche que debemos tener en cuenta:
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El tipo de leche
La elección de la leche también puede ser determinante. Por ejemplo, la leche evaporada minimiza la posible pérdida de los nutrientes en la mezcla del té negro con leche. Si además te gustan las leches vegetales, estás de suerte, pues leches como la leche de soja o avena carecen de la caseína, por lo que no bloquearán la acción de los flavonoides. Estas leches, además, son muy interesantes para suavizar el sabor de los tés más potentes. En este grupo junto con el té negro también nos encontraríamos la intensidad del té rojo, aunque eso lo dejaremos para más adelante.
Tiempo de reposo y temperatura del agua
A la hora de preparar un buen té negro con leche y que no pierda sus propiedades, los tiempos de reposo y la temperatura del agua son esenciales. En el caso del té negro también. Cuando el agua esté por debajo del punto de ebullición, deberás añadir el té y dejarlo reposar entre 3 y 5 minutos. Después retira el té. En tu taza, vierte primero la leche. Después, añade el té una vez infusionado. Su temperatura no debe ser superior a los 85ºC.
Recetas de té negro con leche
Aunque no lo parezca, hay muchas formas de tomar té negro con leche. Evidentemente, en forma de infusión y calentito es la más difundida. No obstante, no es ni de lejos la única. Tenemos, por ejemplo, la receta de té hindú. Se hace con té negro, leche, de vaca o leche de almendras (al gusto), cardamomo, canela en polvo, miel o estevia y agua. Una opción igual de deliciosa sería tomarlo con extracto de vainilla.
Otra opción es tomar té negro con leche y chocolate, pero para que esta opción sea más natural se puede sustituir el chocolate por una versión pura o cacao. Esta receta será especialmente indicada para los meses más frescos del año. Incluso, el té negro con leche y miel también sería una buena opción, puesto que la miel y su poder antibacteriano nos ayudaría para la tos fuerte.