Descubre cómo debes preparar el té verde y disfruta de sus beneficios
El té verde cuenta con un sinfín de beneficios para nuestra salud. Este té reduce el riesgo de padecer cáncer, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, combate el envejecimiento celular y estimula nuestro organismo para ayudarnos a adelgazar. Parece que motivos hay más que suficientes para consumir té verde, no obstante ¿sabemos cómo hacerlo? Sí, es importante saber cómo debes preparar el té verde para poder aprovechar al máximo sus propiedades.
4 pasos para prepara el té verde
Para preparar una receta de té verde hay que seguir unos pasos básicos para conseguir su sabor característico y conservar todos sus nutrientes. Recuerda que este es uno de los tés e infusiones con mayor tradición y completar todos los pasos correctamente será fundamental para sacarle el máximo partido a sus propiedades.
1. La temperatura del agua
La temperatura del agua es un factor clave para preparar el té verde, ya que esto nos ayuda a exprimir más o menos todas propiedades del té. Pero para ello, hay que tener en cuenta que la hoja del té verde tiene una gran cantidad de aromas y sustancias que le dan sabor y aroma. Este sabor y olor están determinados por variantes de aminoácidos y azúcares naturales. La amargura y la astringencia del té se dan gracias a los polifenoles (taninos). Mientras que los aminoácidos que comentábamos al principio se disuelven a unos 60ºC, los taninos se disuelven a unos 80ºC. De esta forma, si preparamos el té verde a una temperatura más baja, nos aseguramos de que el sabor agradable no se vea enturbiada por los sabores amargos propios de la hoja del té verde.
Si tenemos que establecer una temperatura, podemos hablar de que el té verde está mejor preparado cuando se hace entre 60ºC y 75ºC, quizá 80ºC, pero nunca sin pasarnos. Si la temperatura del agua está demasiado caliente, el té verde sabrá muchísimo más amargo. Con una temperatura muy caliente, el aroma se irá perdiendo poco a poco, por lo que restamos cierto placer a la experiencia de tomar esta infusión. Asimismo, si el agua está demasiado fría, corremos el riesgo de no extraer todo el sabor ni todas las propiedades de la bolsa de té.
2. Añade las hojas de té verde
En función de la cantidad de té verde a preparar la infusión final requerirá de más hojas o menos. Una cantidad correcta es una cucharada por cada taza. Algunos especializados en cuanto a qué cantidad de té tomar al día, estiman que es bueno tomar 1 o 2 tazas de té verde al día, por lo que si lo vas a hacer de este modo, siempre puedes preparar toda la infusión y luego tomarla a lo largo del día. Eso sí, siempre es conveniente recodar el número de veces que se puede infusionar un té para no perder sus propiedades. Cuando tengas clara la cantidad, ya podrás añadir las hojas a la tetera y pasar al siguiente punto.
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Si por el contrario vas a hacer té verde con bolsitas tendrás que completar los mismos pasos y sustituir las hojas por la bolsita.
3. Déjalo durante unos minutos
Está claro que no podemos comprobar la temperatura del té verde simplemente observándola. Para ello vamos a necesitar herramientas como un termómetro de cocina. Estos termómetros son realmente eficaces y fáciles de usar. Tan sólo debes introducir el termómetro para saber a qué temperatura exacta está el agua.
Hay que saber que el té verde no necesita demasiado tiempo de preparación a diferencia de otras infusiones. Un tiempo demasiado largo puede aumentar la amargura y hacer que su sabor no sea tan agradable. Unos dos o tres minutos será correcto.
4. Sacarlo y endulzarlo
El último paso para elaborar té verde es endulzarlo al gusto. Con sacarina, azúcar, stevia o panela. Además, si quieres darle un toque extra puedes añadirle unas gotitas de limón para darle más sabor e incluso miel. Todo dependerá de cuáles sean tus preferencias. Finalmente, puedes dejarlo reposar durante unos minutos.
Pon en práctica todos estos pasos para elaborar tu receta de té verde y aprovecha todas sus propiedades medicinales en tu día a día para sentirte bien por centro y por fuera.